Buenas, soy Emilio Calatayud. Reabrimos esta ventana y lo primero que quiero hacer es agradecer de nuevo los mensajes de pésame que me han hecho llegar miles de personas tras la muerte de mi hermano Carlos Calatayud. Gracias y mil veces gracias.
Acaban unas vacaciones de Semana Santa que han sido emocionalmente muy intensas. Y no hablo solo de mí. Hay muchísima gente que las ha vivido con dolor e incertidumbre. Como decía antes de que nos invadiese el ‘bicho’, después de las vacaciones debería volver la bendita normalidad, pero lo que hay es una maldita anormalidad. Lo sabemos, pero seguimos.