Buenas, soy Emilio Calatayud. Para sacar adelante a un menor infractor hay que saber cómo es su familia, dónde vive, cómo vive, qué tal le va en la escuela y hasta a qué hora se levanta y si se hace la cama. Todos tenemos nuestras circunstancias y hay que conocerlas. Y no para disculpar el delito, sino para castigar a ese chico con la efectividad suficiente como para que no vuelva a reincidir.
Tened en cuenta, y hablo de la España del siglo XXI, que hay niños que delinquen porque no les cabe en la cabeza que pueden hacer otras cosas. «¿Por qué voy a dejar de robar si se me da bien?», te preguntan algunos.
¿Qué le contestarías tú?