Buenas, soy Emilio Calatayud. Utilizar a los menores como un arma política es una vergüenza. Pero es lo que están haciendo las autoridades de nuestros vecinos del sur. Deben saber que un país que empuja al mar a sus niños y a sus jóvenes es un país sin futuro. Gracias al Ejército español, a la Guardia Civil, a la Policía y a los voluntarios de las organizaciones humanitarias por sacar a flote a esos niños y a esos jóvenes, porque si no estaríamos ante una tragedia.
Al que no hace falta que saquen a flote es al Rey de Marruecos: hace un par de años se compró un yate de 90 millones de euros.