Chavales, un mensaje de ánimo: nuestros abuelos creyeron en un mundo mejor porque el que les tocó no podía ser peor

 

FOTO: PEPE MARÍN

Buenas, soy Emilio Calatayud.  Andan muy desmoralizados nuestros jóvenes. Van de crisis en crisis y no ven claro su futuro. Vamos, es que no ven claro ni su presente. Cuando antes se hablaba de cambio sonaba a ilusión. Ahora los cambios son sinónimo de catástrofe. Son tiempos difíciles para todos, pero especialmente para los jóvenes.

Yo quiero darles un mensaje de ánimo recordándoles que nuestros abuelos sufrieron guerras, posguerras, dictaduras, hambre y epidemias. Las pasaron canutas. Pero creyeron que vendría un mundo mejor porque no podía ser peor que el que les tocó. Y acertaron.

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