Buenas, soy Emilio Calatayud. No os fieis de las apariencias, porque las apariencias engañan. Y más si vas en bañador. Cuando iba a la playa, lo he dejado porque soporto mal el calor, me ponía mi gorrilla y mi riñonera y paseaba por la orilla. Pues más de una vez y más de dos, hubo quien me preguntó cuánto costaba alquilar una hamaca de playa. Creían que era un hamaquero que, dicho sea de paso, es una profesión tan digna como la mía.