Hola, soy Carlos Morán, el compañero de blog de don Emilio. Otro encargo del juez ahora que los centros educativos empiezan a abrir sus puertas. Para su señoría, el objetivo último debe ser hacer buenas personas. No hay que obsesionarse con que los hijos sean ingenieros, astronautas o inventores de un nuevo Google. Lo principal, dice don Emilio, es que sean buenas personas. «Y para lograrlo, las familias, los maestros, la tribu, como dice el sabio José Antonio Marina, debemos esforzarnos para hacer buenas personas».