Buenas, soy Emilio Calatayud. Me enteré tarde del colapso de las redes sociales y sobreviví al apagón sin ningún problema de ansiedad. Si tuve que comunicarme con alguien, lo llamé por teléfono, que es como se ha hecho toda la vida. Porque los móviles, igual hay quien no lo sabe, sirven para telefonear.
Si tú, amable lector del blog, o tus hijos lo pasasteis mal, hay que hacérselo mirar. Los móviles pueden ser una droga. Y muy adictiva.