Buenas, soy Emilio Calatayud. Durante lo más duro de la pandemia aprendimos que podíamos vivir sin fútbol. Y sigo manteniéndolo. Pero también hay un fútbol sin el que no podemos vivir. En el último partido Selección, Morata, tras marcar el gol de la victoria, mostró a los cuatro vientos una estrella amarilla. Se la había regalado Miguel Ángel, un niño malagueño que está ‘malico’ y que es un gran seguidor de ‘La Roja’. Gracias al empeño de Luis Enrique, el entrenador, que sabe muy bien lo que es que un hijo sufra una grave enfermedad, Miguel Ángel estuvo un rato con los jugadores de la Selección. Cumplió un sueño. Y a todos nosotros nos hizo felices. Gracias a todos los que lo hicieron posible. La estrella de la Selección es Miguel Ángel.