Buenas, soy Emilio Calatayud. Mi padre, que en paz descanse, nunca fue mi amigo. Mi padre fue mi padre. Y se lo agradeceré siempre. Y mi madre, tres cuartos de lo mismo. Los padres y las madres no pueden ser ‘coleguitas’ de los hijos. Para eso ya están los ‘coleguitas’. Como digo siempre, si los padres se convierten en amigos de los hijos, los hijos se quedan huérfanos.