Buenas, soy Emilio Calatayud. Con cuidado, pero disfrutad del puente (el que pueda). Y ahora la historia diaria del blog. Algo está cambiando y para bien. Lo cual es noticia. El confinamiento, además de para salvar vidas, sirvió para que algunos chavales quedaran ‘harticos’ del Internet y las maquinitas. «Don Emilio, he vendido ‘la play’ que me regalaron mis padres. Es que cuando nos encerraron llegué a estar jugando 16 horas seguidas. Total, que me he comprado una bici y soy feliz».
Esto va ir poco a poco, pero hay esperanza.