Mi Navidad de niño era cantar villancicos a cambio del aguinaldo, las inocentadas…, y todo eso se está perdiendo

 

Foto: Fermín Rodríguez

Buenas, soy Emilio Calatayud. Cuando yo era niño la Navidad era un ‘no parar’. Todos los días había algo que hacer. Ir por las casas cantando villancicos para recaudar el aguinaldo, preparar y ejecutar las inocentadas… Pero todo eso se está perdiendo. Y me da pena. Hemos adoptado otras costumbres forasteras y olvidamos las nuestras. Incluso decimos felices fiestas en lugar de feliz Navidad.

No pasa nada, los últimos de Filipinas seguiremos resistiendo.

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