Buenas, soy Emilio Calatayud. Sigue habiendo esperanza. En Churriana de la Vega, un pueblo de Granada, la dirección del Instituto Federico García Lorca y el ayuntamiento han llegado a un acuerdo para que los chicos expulsados de clase hagan algo más que mirar a las musarañas -o jugar a ‘la play’- mientras cumplen el castigo. Así que los chavales echan una mano en una residencia de mayores del municipio, el banco de alimentos o colaboran con la ayuda a domicilio.
¿El resultado?, mejor que lo cuente una de las personas beneficiarias de la iniciativa, un abuela de la localidad: «Este niño es muy apañado, a mí me lleva a gimnasia dos días, los martes y los jueves. Vale mucho».
Nada que añadir.
https://www.ideal.es/granada/rebeldes-buena-causa-20211128200914-nt.html