Buenas, soy Emilio Calatayud. A lo largo de mi carrera como juez de Menores, he juzgado a miles de chavales y he hecho muchos amigos. Como no soy su padre, sí puedo tenerlos como amigos, ja, ja, ja. Pero todos con los que tengo amistad son condenados, a los que absuelvo no vuelven a verme nunca. ¡Qué curioso, ja, ja, ja!