Buenas, soy Emilio Calatayud. Me llega que se está poniendo de moda un juego en las redes sociales que consiste en que un joven desaparece voluntariamente durante 48 horas sin contactar con los padres ni con los amigos. Dicen que ya se ha dado algún caso en España. Eso es ser tonto, pero no ‘pa’ un rato, ‘pa’ siempre, que diría mi paisano José Mota. ¿Qué haría yo?: cambiar la cerradura de casa y que el niño siguiera jugando.