Buenas, soy Emilio Calatayud. Hasta en las guerras hay reglas y límites, pero, por lo que estamos viendo, Putin se los están saltando todos. Hemos visto a ciudadanos que hasta hace unas semanas tenían una vida normal asesinados a tiros con las manos atadas a la espalda. Es la prueba de que el mal es real y está ahí. Las salvajadas de Putin lo demuestran.
Y hemos visto, aquí en España, a un hombre matar a su hijo para matar en vida a la madre. Es otra aberración que demuestra que el mal puro existe.
Descansen en paz los inocentes. Y que no descansen nunca sus verdugos.