Buenas, soy Emilio Calatayud. Los niños crecen y, cuando menos te lo esperas, ya han llegado a la mayoría de edad (física, porque la mental se retrasa cada vez más). Es ley de vida. Y ya con 18 años puede ocurrir, y de hecho, ocurre, que vayan a la universidad. Y harán exámenes. Y les darán unas calificaciones, las notas, vaya. Y habrá padres que quieran conocerlas. Y habrá universitarios que dirán que no porque ya son mayores de edad. En esos casos, deberían pagarse ellos la formación: las matrículas, la residencia, el piso, los alimentos, las juergas… Digo yo.