El otro día recogimos a un bebé gatito en el barrio, en el Albaicín. Eran un recién nacido muy chiquitín y alguien se había desprendido de él como quien se deshace de un trapo viejo. Lo dejamos a cargo de una familia que sabemos que lo está tratando bien. No hay que fiarse de quien deja tirado a un animal porque quien hace eso puede dejar tirado a cualquiera.