Buenas, soy Emilio Calatayud. Siempre defiendo que hay que hablar de la vida y de la muerte. Y también con los niños. Yo creo que es sano que los chavales visiten los cementerios y asistan a los entierros. Dicho lo cual, mi testamento vital es breve: ‘Hice lo que pude’.
En muchas ocasiones no hice lo que debía y en otras, lo que quería. Lo importante es hacer lo que se puede. Pero de verdad.