Buenas, soy Emilio Calatayud. Otro lección de Nadal y, esta vez, en compañía de Federer. Conmovedora la imagen de los dos tenistas llorando y agarrándose de la mano en la despedida de Federer. Pero lo mejor es lo que enseña esa conducta a los niños y a los no tan niños: somos rivales, pero nos queremos. A ver si aprenden algunos…