Buenas, soy Emilio Calatayud. Yo no estudié por placer. No es políticamente correcto decirlo, pero esa es la verdad. Yo estudié porque me obligaron. Y no me traumaticé. Pero es que no era el único. A la mayoría de los niños, lo que nos gustaba era correr por las calles, montar en bicicleta o ir a los billares. Pues nada, que doy las gracias a mis padres porque me obligaron a estudiar.