Buenas, soy Emilio Calatayud. Hoy vamos con una cosa que parece poco importante, pero que nos ocupa mucho tiempo. Demasiado. Y el tiempo es oro. Y más cuando uno va cumpliendo años. Vamos a ver, apuntarse a una compañía de móvil es lo más fácil del mundo, te lo hacen en un pispás. Pero desapuntarse es lo más difícil del mundo.
Lo digo porque estoy pasando por ello. Bueno, lo mío es peor. Me apunté a una compañía, pero no tenía cobertura, así que quise desapuntarme para volver a la otra y me he pegado unos cuantos días sin teléfono. He mantenido decenas de conversaciones tipo Gila y su teléfono con voces mecánicas y reales. Y al final creo que lo he conseguido. Aunque no estoy seguro. A esto le llaman progreso.