Buenas, soy Emilio Calatayud. Pues nada, que me alegro por los niños marroquíes que vienen a España a buscarse la vida y, gracias a Dios, la encuentran. Esto también es el fútbol: reconocer que el rival ha sido mejor y felicitarlo. Y no pasa ‘na’.
Esos chavales de los que os hablo estudian, nos atienden en los restaurantes o trabajan en el campo recogiendo espárragos, ajos o lo que se tercie. Cuando les pregunto que cuántos jóvenes españoles trabajan en el campo, me dicen que muy pocos o ninguno. Se ve que los nuestros son tímidos para trabajar en el campo…, también en el de fútbol.