Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya no nos acordamos de Afganistán. Pero allí las cosas siguen estando fatal. Los talibanes han cerrado las universidades a las mujeres. Las estudiantes de Medicina o Magisterio, dos de los pocos grados que podían cursar las mujeres en ese país, han sido expulsadas. Lloraban desesperadas. Y antes les tocó a las estudiantes de los institutos.
Un mensaje para los chavales a los que no les gusta ir a clase: las niñas y las jóvenes afganas lloran porque les impiden hacerlo. Siento rabia y pena.