Buenas, soy Emilio Calatayud. Que Dios bendiga al sacristán de Algeciras Diego Valencia y maldita sea la violencia que le ha quitado la vida. Descanse en paz un buen hombre y un abrazo para su familia y sus amigos.
Diego había sido florista, se dedicó a colorear la vida de sus vecinos. Así lo recordaremos.