Buenas, soy Emilio Calatayud. Es imposible no conmoverse con la tragedia que ha causado el terremoto de Turquía y Siria. Pero entre tanto desolación, la vida se abre paso. He visto el rescate en Alepo de la pequeña Nour, que quiere decir Luz, y solo puedo dar las gracias a Dios y a los obreros de la gloria que la han sacado de entre los cascotes. «Tu papá está aquí Nour, querida, míralo. Habla con tu papá, habla. Dios te bendiga», le decían los rescatadores. Eso es, que Dios la bendiga.