Buenas, soy Emilio Calatayud. Dos chicas de unos quince años conversan en la calle. Cuando paso junto a ellas, una le dice a la otra: «Tía, ese chaval era una cárcel, lo dejé al día siguiente». Me pareció una frase excelente para una campaña contra la violencia de género. Mientras pensaba en eso, la adolescente añadió: «Estuve poco con él, pero tachaba los días como hacen los presos en las paredes de las cárceles».