Buenas, soy Emilio Calatayud. Recuerdo con nostalgia los tiempos en que ibas al médico y te metía un palo en la boca para mirar. Daba lo mismo lo que te doliera. La revisión de la garganta nunca faltaba. Luego te regalaban el palo y te ibas a casa contento. Echo de menos eso. Y también echo de menos que me toquen (los médicos, se entiende).
Ahora todo es ordenador y nuevas tecnologías. Yo quiero el palito, ja, ja, ja.