Buenas, soy Emilio Calatayud, el aguafiestas. Es tiempo de comuniones y en los banquetes, que yo sepa, no se dan puros ni cubatas a los niños. Eso sí, se les regalan móviles, que también pueden ser una droga muy adictiva. No el aparato en sí, sino los contenidos que ofrecen, sobre todo las redes sociales. Porque todavía se venden teléfonos de cuelga-llama sin conexión a Internet que no son adictivos. Ya que hablamos de las comuniones, una celebración religiosa de los católicos, rezad para que vuestros hijos no caigan en la adicción o usen los móviles para delinquir. O que sean víctimas de delitos por tener uno.