Buenas, soy Emilio Calatayud. Los martes, si no es fiesta de guardar, es el día que celebramos los juicios. Y hoy he salido contento de la sala. Está mal que yo lo diga, pero he echado unos sermones a los niños que me han gustado hasta mí. Le he dicho a María Dolores, la letrada de la Administración de Justicia, que tenía que haberme grabado. Y sin que sirva de precedente, ha estado de acuerdo, ja, ja, ja.
Ha sido duro, como es siempre, pero también bonito. Ha habido padres que han llorado y otros que se han reído. Incluso ambas cosas a la vez. Un buen día de trabajo, que no es poca cosa en estos tiempos que corren.