Buenas, soy Emilio Calatayud. No me canso de repetirlo: chavales, un compañero de clase empollón, tímido o despistado es normal, los que no son normales son los que les acosan. Y tampoco es normal reírse o callar cuando el chulito de turno se mete con ellos: es un presunto delito y una cobardía. Hay que avisar a los ‘profes’. Y tampoco es normal que sea la víctima la que tenga que dejar la escuela y no los acosadores. Es que es el mundo al revés.