Hola, soy Carlos Morán, el compañero de blog de don Emilio. Como siempre fiel a la justicia de Menores y a sí mismo, el juez ha dictado una sentencia llamativa: ha condenado a un chaval a limpiar el cementerio de su pueblo por haber golpeado a una chica en Halloween del año pasado. Su señoría eligió el singular castigo porque el acusado cometió el delito, lesiones leves, precisamente durante la terrorífica, e importada, noche de los sustos y los muertos.
«Allí no te va a molestar nadie. Podrás meditar tranquilamente», dijo el jurista al adolescente, que reconoció su culpa y se conformó con la medida.
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