Buenas, soy Emilio Calatayud. Un lector del blog me manda la historia de Mario, un titiritero callejero cuya marioneta fue atacada por un niños. Le pegaron golpes y mocos sin que sus padres vieran ninguna razón para reñirles. Igual hasta les hizo gracia. Un aviso para esos padres: cuando vuestros hijos crezcan, igual os sacuden a vosotros.