Foto: Pepe Marín
Buenas, soy Emilio Calatayud. Una de las cosas más difíciles de este mundo es que un adolescente responda cuando sus padres le llaman al móvil. No sé qué harán cuando les llaman otras personas, si descolgarán o no, pero cuando les telefonean los padres lo normal es que no haya respuesta. Puede que tres horas después, o tres días, se den por aludidos, pero no lo es lo mismo.
Bueno, pues en plan anuncio antiguo de televisión o radio, hay solución para este problema: no le pagues el móvil. O que pague él las facturas.