Buenas, soy Emilio Calatayud. Ahora que agosto se acerca a su final quiero mandar abrazos a los abuelos que han sido el campamento de verano de sus nietos. Os merecéis un reconocimiento nacional, incluso uno de los premios Princesa de Asturias. El de la solidaridad, por ejemplo. Ahí lo dejo. Y espero que no os toque ser canguros de invierno. Lo pido como abuelo.