Buenas, soy Emilio Calatayud. Es una contradicción, pero también es verdad: la vida es larga, pero pasa muy rápido. Ya llevo 44 años ejerciendo como juez y parece que fue ayer cuando aprobé la oposición. Me acuerdo de aquel joven veinteañero que estrenaba la toga en Tenerife y tengo de la impresión de que solo han pasado unas pocas semanas.
Niños y padres, insisto, la vida es larga, pero pasa muy rápido, así que disfrutad los unos de los otros.