Buenas, soy Emilio Calatayud. Aquí va otro de esos comentarios que no gustan a las empresas tecnológicas, es decir, a los amos del mundo. Vivimos unos tiempos en que las computadoras, las redes o los amigos saben más de nuestros hijos que los padres. Acojona (con perdón). Crecen junto a nosotros pero, de alguna forma, son unos desconocidos. Eso sí, los que pagamos somos los padres.
De todas formas, tener hijos es una bendición. Eso dicen, ja, ja, ja.
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