Buenas, soy Emilio Calatayud. ‘Sólo’ (es ironía) hemos tardado diez años en darnos cuenta de que los móviles podrían ser dañinos para nuestros menores (también para los adultos, pero yo soy juez de Menores). El Gobierno ha presentado ahora un proyecto que pretende proteger a los niños y adolescentes de las nuevas tecnologías con propuestas como que los móviles lleven de serie el control parental o que los pediatras presten atención a si sus pacientes tienen síntomas de estar enganchados. Me parece bien.
Desde este blog queremos añadir alguna idea más que ya publicamos en 2014, hace diez años, en el libro ‘Buenas, soy Emilio Calatayud y voy a hablarles de…’ Como ya se hacía en las cajetillas de tabaco, planteamos que los móviles (las tabletas, etc) llevasen las siguientes advertencias.
Atención: información importante para padres y tutores:
Este aparato puede generar irritabilidad, aislamiento, ansiedad y adicción. Los padres y tutores deben velar para que los menores no hagan un uso abusivo de él. Y si observan comportamientos anómalos, consulten a un especialista.
Esta máquina que tiene entre las manos puede convertirse en un instrumento para cometer delitos.
Y así, dos páginas enteras. Hace diez años lo advertimos. Pero entonces no era políticamente correcto, era ser un retrógrado.
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