Buenas, soy Emilio Calatayud. Siempre me han llamado la atención los chavales que trabajan un montón para no tener que trabajar, que hacen muchas cosas porque su sueño es no hacer nada. Ser vago no es fácil. Un consejo para los niños gandules: no os dediquéis al delito, es muy ‘cansao’. Hay que picar piedra, escalar, correr o hacer boquetes… Recuerdo un chaval que abrió un agujero en una pared de una nave en la que quería robar y resultó que no cabía. Lo condené a aprender a leer y escribir.
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