Buenas, soy Emilio Calatayud. Veo que miles de personas están devolviendo durante estos días los regalos de Reyes. Y me acuerdo de nuestros abuelos, nuestros mayores, a los que los Reyes les traían, con suerte, una naranja o una onza de chocolate y no las devolvían, claro. Tenían hambre. No nos vendría mal pasar hambre un día al año.
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