Buenas, soy Emilio Calatayud. Bueno, pues aquí va mi carta a sus majestades de Oriente: Queridos Reyes Magos, soy padre, abuelo y juez de Menores, y os pido que los adultos dejemos ser niños a los niños. Es difícil, lo sé, pero es una pena que haya criaturas cometiendo delitos de mayores porque la sociedad, y es un poner, les empuja a vender su intimidad o a robar la de otros en lugar de estar jugando a correr en el parque.
También me pido unos calcetines, porque he sido bueno. Pero si no puede ser no pasa na. Lo otro es lo importante.
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