Buenas, soy Emilio Calatayud. «No hay que confundir la felicidad con el sofá», dijo el Papa Francisco a los ni-nis del mundo (los jóvenes que ni estudian ni trabajan porque no les da la gana). Y añadió: «Es probablemente la parálisis que más nos puede perjudicar, ya que, poco a poco, sin darnos cuenta, nos vamos quedando dormidos, nos vamos quedando embobados y atontados mientras otros, quizá los más vivos, pero no los más buenos, deciden el futuro por nosotros». Una reflexión para ponerle un marco y colocarla en un lugar visible de las casas y los colegios.
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