Si los hijos no conocen la frustración, no maduran y habrá que elevar la mayoría de edad a los 30 o 40 años
Buenas, soy Emilio Calatayud. Vivimos en una sociedad desconcertante. El camino más directo para que un hijo se convierta en un adulto maduro y razonable es ponerle límites, enseñarle a ganar y a perder (y a empatar), acompañarlo cuando esté frustrado -porque tiene que conocer la frustración- y cuando logre un éxito para que…
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