Andan estos días los políticos en lo que llaman «la Fiesta de la Democracia» (el 25-M), que para estos vividores que buscan como último refugio económico en el Parlamento Europeo o empresas públicas tiene más de los primero que de lo segundo; pero como de esa fiestas democráticas todos empezamos a saber ya un poco más, a mí se me plantea una duda… ¿de verdad que alguien va a votar a esta banda de golfos, de todos los partidos y colores, unos por acción y otros por omisión porque callan y bien que les va personalmente?
¿De verdad que alguien va a votar a una clase política que se preocupa más de llenar sus bolsillos y de satisfacer a los depredadores económicos que a los que tendrían que servir y para lo que fueron elegidos, los ciudadanos?
¿Realmente alguien va a votar unos dirigentes que ganan 500.000 euros al año (ver reportaje) cuando otros se suicidan porque los echan de sus casas por no poder pagarla?, ¿de verdad que alguien va a votar a unos personajes que han conseguido un paro del 25,6% cuando en otros países de nuestro entorno como Francia es del 10,6; Italia del 13%; Bélica del 8,5% y Portugal del 15% (ver datos del Banco Mundial)?
Y con estos datos sobre el paro, lo único que cabe preguntarse es si los españoles somos tontos o es que nuestros políticos comunitarios pasaban de todo porque estando en Bruselas ¿no vieron lo que hacían otros países?, ¿es que nunca sus colegas les comentaron del riesgo de una burbuja inmobiliaria o es que a lo que se dedicaban era a cobrar dietas y más dietas y pensar en sus negocios? ¿y a estos alguien los va a votar?
¿De verdad que alguien va a votar a una clase dirigente con más de 300 imputados que no entran en prisión por la sinvergonzonería de las fianzas y que incluso algunos hasta se presentan para ser elegidos, como si no hubiera pasado nada tras llevarnos a la auténtica ruina y a pasar hambre?
¿Es que alguien va a votar a unos corruptos y su colaboracionistas, que lo que tendrían que hacer, dada la situación excepcional que hay, es crear un tribunal especial o agilizar al máximo los juicios para limpiar de impresentables la clase de política y dar así una verdadera imagen de un país serio porque la seriedad siempre conlleva inversiones y la inversiones puestos de trabajo?
Posibles soluciones
A mí sinceramente me extraña y me cuesta creer que alguien, con los antecedentes de esta gente, pueda ir a las urnas. ¿Y cuál es la solución?, ¿qué puede hacer el ciudadano ante semejante desfachatez, ante tanto inútil (ver obras inacabadas que hay que mantener)?
No es fácil luchar contra una estructura mafiosa perfectamente organizada en la que por todos lo medios nos bombardean con la consigna de «hay que votar, es un derecho, una obligación» o la artimaña de que «si no votas no tienes derecho a protestar», para así intentar crearnos un falso remordimiento de conciencia con la única finalidad: votar para legitimarlos.
Es lo que hacen en las dictaduras, en algunas de las cuales hasta es obligatorio ir a las urnas, presionar para ir a votar y hacerte cree que si no lo haces eres un «antisocial»; pero mienten porque el ciudadano puede votar o abstenerse ¿o es que ellos no se abstienen en el Parlamento ante determinados anteproyectos de ley?
Y si ellos se abstienen ¿por qué no va a abstenerse el ciudadano, si es una opción más que tiene?; y además ¿qué tiene que ver votar o no votar con el derecho a exigir? Porque solo, y solo sería aceptable no poder exigir si no pagaras tus impuesto, pero si lo haces ¿cómo que no tienes derecho a protestar cuando manejan tu dinero?
El Estatuto de Galicia, un 71% de abstención y lo celebraron
¿Y es una solución abstenerse?, ¿una alta abstención haría recapacitar a unos dirigentes para que dimitieran? En un estado moderno sí; pero la realidad ya ha demostrado que no, y para ejemplo el Estatuto de Autonomía de Galicia, que fue aprobado el 21 de diciembre de 1980 con la escandalosa abstención del 71,4%.
Y la historia fue así (ver este enlace): El censo electoral para la aprobación del Estatuto era de 2.172.898 y solamente fueron a las urnas 614.218 personas. Y de esas 614.218 que fueron a votar (repito que el censo era de 2.172.898) votaron SÍ 450.556; NO, 121.448; en Blanco; 28.381; y Nulos 13.883 personas. Conclusión de 2.172.898 votantes, el Estatuto de Autonomía de Galicia fue aprobado por 450.556.
¿Y qué se hizo?, ¿se decidió no tener estatuto, que sería lo más ético, y solamente digo ético y no entro en otras consideraciones, cuando de 2.172.898 solo dijeron sí 450.556?. Pues no, lo que se hizo fue celebrarlo o, mejor dicho, lo celebraron quienes vieron en él el futuro de sus puestos de trabajo. ¿Y cuál fue la disculpa que se dio para explicar tamaña abstención?, pues alucinante, la que más se repitió fue que llovía y que la gente se quedó en casa…. como en otros casos, que todos los gallegos conocemos, cuando la participación es escasa dicen sin ningún rubor que hacía sol y que el personal se fue a la playa. Flipante
Y ya que la abstención les entra por un oído y les sale por otro ¿hay alguna solución?, ¿qué se puede hacer para que toda esta banda dimita, sea juzgada, entre nueva gente y que la actual democracia en la que vivimos sea transparente, clara, seria, respetada, y que quien incumpla la ley la pague?.
Pues la única que queda es el voto en blanco o nulo, que contabiliza, que queda reflejado, y así saber el número de ciudadanos que estamos descontentos no con la democracia, sino con esta golfería que tenemos de clase política, con cargos y más cargos, con sueldos y más sueldos y en la que donde levantas una piedra hay un caso de corrupción y enchufadas familias enteras.
Solo con el voto blanco y nulo es posible deslegitimar a estos tipejos y establecer una auténtica democracia, con listas abiertas, con gente que quiera servir y no servirse, y acabar con este sistema que cada día se acerca más a una pseudodictadura en la que unos cuantos viven a costa del trabajo de todos: del tuyo y del mío.