Normal que se fuera, que dejara su cargo, y normal su anteproyecto porque teniendo en cuenta que, como el mismo dice, llevaba 30 años en política; pues Gallardón vivía en eso, en 1984; y claro, pues su anteproyecto en 1984, solamente nueve años después de la muerte de Franco podía tener un pase, pero para el 2014…
Pero lo que le ha pasado a Gallardón le ocurre a muchos cargos, que de tantos años en política viven fuera de la realidad. Si Gallardón fuera a varios edificios de 10 plantas en España, no en Oriente Medio (que es para donde creo que hizo el anteproyecto) pues muy probablemente hablando con el personal sabría la realidad del ciudadano de a pie, lo que piensa, lo que quiere y desea.
A buen seguro que en varias viviendas encontraría a alguien que ha tenido que abortar, le explicaría en detalles los motivos y las causas, los traumas, y en vez de teorizar y redactar un anteproyecto en un lujoso despacho, igual con unos apuntes en una boca del Metro podría ser suficiente.
Pero claro, yendo todos los días como un zombi a una sede del partido, preocupándose de si escalas o no posiciones en las listas, si se trepa mejor por aquí que por allá, y que si me dan una puñalada así la devuelvo asá… ¡¡pues qué le vas hacer!!, que te distorsionas, que descontrolas y ya no recuerdas la última vez que saliste a la calle en plan ciudadano normal.
Entonces ocurre lo que ocurre, que un día de casualidad ves el calendario y que no es 1984, que aunque termine en 4 es el 2014, y que treinta años en el limbo y con un problema que no existía… pues que se notan y afecta.
En fin, que perdemos un político pero ganamos un gran historiador, porque me imagino que escribirá un libro autobiográfico y para contar la década de los ochenta, mejor que él… nadie.
LIBROS DE MANUEL GUISANDE
Rodribico (Edi Baia. Colección de 5 cuentos infantiles, castellano, portugués y gallego) Al fondo a la derecha (Edi. Cumio. Artículos, más otros del blog) y En tu línea (Edi Cumio)
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