Sinceramente, a estas alturas y tal como está el país, me importa un bledo si en España hay Monarquía o República; eso lo dejo a los jugadores de la política; a los amantes de las teoroideologías; a los apasionados de las banderas, himnos, escudos y otras folcloradas.
Yo lo que quiero es un país decente, solo eso, un país decente donde se cumplan las leyes; donde la ley sea igual para todos, ricos o pobres, y donde lo primero que prime sea el bienestar general, al ciudadano, y no servir otros intereses.
Un país donde haya una mayor igualdad y donde no tenga que ver a unos con sueldos millonarios y a otros pasar hambre; donde todos tengan una casa y si no pueden pagarla que se busquen soluciones y no ver como la gente se suicida o entra en crisis depresivas.
Un país donde el que incumpla la ley sea inmediatamente juzgado; donde las penas por delitos económicos sean más duras porque un delito económico puede conllevar la ruina a miles de familias y donde se acabe con la sinvergonzonería de las fianzas para no entrar en prisión.
Yo quiero un país donde el futuro sea el esfuerzo, la educación y la investigación para ser competitivos y no seguir viendo como nuestros jóvenes talentos tienen que emigrar como mano de obra barata.
Un país donde los políticos vivan la realidad de la calle, con sueldos acordes a lo que es España y con listas abiertas para saber a quién realmente votamos y no esta mafia de nombrar a nuestros representantes a dedo. Eso es lo que quiero, un país decente, serio, justo y con ambición, luego ya hablaremos si Monarquía o República.