(Por decirlo finamente)
Hace unos días me llegó el siguiente aviso, sobre un curso de cine titulado “La gran evasión” y subtitulado como “Hasta donde el cine nos lleve”.
Como el subtítulo me resultaba familiar, entré a ver de qué iba la cuestión. Y me encuentro con la siguiente descripción:
Viajar es descubrir, conocer, aprender, crecer, vivir. Bien por placer o por necesidad, el ser humano es viajero por naturaleza.
Desde sus orígenes, ha recorrido el mundo entero a lo largo y a lo ancho, buscando aquello que está más lejos de esa fina línea que llamamos Horizonte.
La Gran Evasión da título a este Curso/Taller que tiene en el Viaje Cinematográfico (y sus múltiples lecturas) su razón de ser. Ver Cine también es viajar.
Navegamos hasta La Isla del Tesoro, volamos en alfombras voladoras durante Mil y una noches, caímos al País de las Maravillas, conquistamos el Lejano Oeste de la mano de John Ford, naufragamos a bordo del Titanic y sobrevolamos Africa junto a Robert Redford y Meryl Streep.
A través del Cine iniciamos nuestra particular Odisea.
¿No es bonito?
En fin.
No sé si mi querido co-autor, Frankie, tiene algo que decir.
Yo recomendaría a los organizadores del Curso que, además de nombrarnos, pusieran como libro de texto uno que seguro que os suena.
Pero bueno.
¡Nos copian, luego cabalgamos!
Jesús flipando Lens