Anda, en vez de ir por papel, alcohol, una gamuza o retorcer la manga de la camiseta y echarle vaho, picha aquí y te quedará limpia, como los chorros del oro.
Aprovecho para dedicar a Alfa, el machadiano impenitente, este apócrifo atribuido a su admirado Antonio:
«Casi nunca me equivoco,
desconfío de la gente
que habla mucho y bebe poco.»
¡Salud!
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