Jesús Lens

Blog de Jesús Lens

¿JUGAMOS AL IMPERIO ESPAÑOL?

Venga, venga. Una partidita. Como nos recuerda José Antonio, apenas son 10 segundos de nada. Veréis qué fácil, sencillo y divertido es. Y, sobre todo, lo felizmente pasado de moda que está, ¿no creéis?

(Para «jugar», pincha en la imagen, Topillo 😉 )


Comentarios

7 respuestas a «¿JUGAMOS AL IMPERIO ESPAÑOL?»

  1. Para imperios, los de antes… La verdad es que ir hacia unidadws geográficas pequeñas es ir contra corriente en los tiempos de la globalización. Y si ya es por un sentimiento desfasado como son los nacinonalismos del s XIX, mucho más.
    En cualquier caso, no seré yo quien les diga a catalanes, vascos, gallegos o habitantes de Polopos qué hacer con su futuro o con sus sueños., pero sí que todos los nacionalismos son una trampa ideológica.

  2. Avatar de Toni Sagrel
    Toni Sagrel

    Y continuamos jugando… 1581: 60 millones; 1898: 150 millones; 2011: 500 millones; 2040: 850 millones.

    El verdadero imperio es nuestra riquísima e inigualable lengua común, el español. La lengua más bella y próspera que existe en el mundo.
    Bueno, lengua «común» que solo lo es a pie de calle y en el ámbito familiar, en algunas zonas o Comunidades del Estado español. Si bien, relegar la lengua común (y oficial de un Estado) a un segundo lugar, no evitará que siga creciendo y creciendo. Y creciendo. A pesar de esos rancios nacionalismos fascistoides periféricos, y por supuesto, a pesar del informe Pisa.

    Por cierto, la mayoría de quienes hablan español en todo el mundo lo hacen utilizando palabras, modos y formas (seseo y demás) del dialecto andaluz.

    Un saludo al nuevo imperio.

  3. Avatar de anonimo

    Contitucion Española
    Artículo 2.

    La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

    Vivan los democratas

  4. Avatar de anonimo

    ¿CUÁL ES EL IDIOMA DE PUERTO RICO?
    TRASFONDO HISTÓRICO
    En el siglo XIX casi toda Hispanoamérica se liberó de España, excepto Cuba y Puerto Rico. En el 1898, tras la mal llamada guerra Hispano-Americana (Hispano-Estadounidense), los norteamericanos se quedaron con Puerto Rico como botín de guerra. De inmediato impusieron el inglés como único idioma oficial de la nueva colonia. El nombre del país, incluso, cambió a Porto Rico. El gobierno, de generales y civiles norteamericanos, operaba en inglés. El sistema escolar enseñaba en inglés desde el primer grado. Niños de seis años de edad, tanto de la ciudad como del campo, debían recibir instrucción en inglés.
    Claro, los puertorriqueños no hicieron caso. Los maestros daban las clases en español y sólo cambiaban al inglés -con la complicidad de los estudiantes- cuando alguno de los supervisores gringos se asomaba al aula o salón de clases.
    En el 1948, tras una larga lucha de cincuenta años que no tengo espacio para contar, los gringos se dieron por vencidos. Aceptaron el español como idioma dizque cooficial y permitieron que el sistema educativo regresara al español. Los gringos simplemente oficializaron la realidad, porque el idioma de un país no se cambia por decreto.
    (La situación de los puertorriqueños que han emigrado a Estados Unidos es otra. Al igual que los mexicanos, dominicanos, colombianos y demás latinoamericanos emigrantes, la lengua que hablan ha sufrido cambios. Pero el tema que hoy me ocupa es el español hablado en la Isla de Puerto Rico.)
    HISTORIA INMEDIATA
    A fines de la década del 80, Rafael Hernández Colón, gobernador autonomista de Puerto Rico, decide eliminar al inglés como idioma cooficial y anuncia que la única lengua de Puerto Rico será el español, aunque el inglés seguirá enseñándose como lengua extranjera, al igual que en otros países.
    La comunidad hispánica del mundo, con sobrado motivo, celebra la acción de Hernández Colón. España, por ejemplo, nos otorga (al Pueblo de Puerto Rico) el Premio Príncipe de Asturias por nuestra defensa del español. No se olvide que nuestro enemigo es el imperio más poderoso de todos los tiempos y que nosotros, en cambio, somos el país más pequeño de Hispanoamérica, un poco más chicos que El Salvador.
    Bueno, unos pocos años después, en el 1992, un anexionista recalcitrante gana la gobernación de Puerto Rico. Absolutamente histérico, lo primero que hace al llegar a La Fortaleza (residencia oficial de nuestros gobernadores) es volver a designar al inglés lengua cooficial de Puerto Rico.
    Eso fue todo lo que pasó. Un decreto. Una ley. Cosas que ocurren sobre el papel.
    ACTUALIDAD
    La noticia de la restitución del inglés como lengua cooficial ha creado gran confusión fuera de Puerto Rico. Al no conocer su mero carácter burocrático, algunas personas han pensado que el español se dejó de hablar o que se impuso al inglés como lengua única obligatoria.
    La lengua de Puerto Rico es y será siempre el español. Estamos, eso sí, bajo un fuerte ataque de los gringos que quieren que hablemos inglés. Somos el único país de Hispanoamérica que todavía es colonia. Necesitamos el apoyo de todos los hispanohablantes. Somos el hermano menor que pasa por un momento difícil; sin embargo, como no tenemos representación diplomática propia, a menudo la comunidad hispana del mundo nos excluye de actividades a las que debemos asistir por derecho propio, como es el caso de las cumbres de jefes de estado ibero-americanos. La poca representación que tenemos en el mundo es vicaria, por medio de los hermanos cubanos, que nunca nos han olvidado. Desde la otorgación del Premio Príncipe de Asturias también hemos visto un fuerte apoyo de la prensa española. A ambos les damos las gracias.
    El español de Puerto Rico está vivito, coleando y dando candela… como decimos los puertorriqueños. Todos los días luchamos para que siempre sea así. ¿Cómo pueden ayudarnos los demás hispanohablantes?
    1. Háganle saber al mundo que en Puerto Rico el español sigue vivo y en lucha, porque es la verdad.
    2. Incluyan a Puerto Rico en todas la actividades que atañen al mundo hispano, porque somos hispanos.
    3. Conozcan en lo posible nuestra literatura e inclúyanla en sus antologías de literatura hispanoamericana, porque somos hispanoamericanos.
    4. Envíen copia de este artículo a todos sus amigos, para que se enteren.
    LUIS LOPEZ NIEVES

  5. Avatar de anonimo

    Advertencia: no es apto para los que padecen de hispanofobia.
    Hace algunos años, en el canal de entrada de San Juan de Puerto Rico, frente a los castillos del Morro y San Cristóbal, me llamó la atención una enorme bandera española que alguien ondeaba en un edificio blanco próximo a la embocadura. «Son las monjas», dijo quien me acompañaba, que era mi amigo y editor en Puerto Rico Miguel Tapia. «Y eso es que está entrando un barco español.» No hablamos más en ese momento, pues estábamos ocupados en otras cosas; pero lo de la bandera y las monjas me picó la curiosidad. Así que después procuré enterarme bien del asunto, que resultó ser una bella historia de lealtades y nostalgias. Algo que realmente comenzó hace más de un siglo, el 16 de julio de 1898.

    Aquel fue el año del desastre. Trece días antes, la escuadra del almirante Cervera, que había salido a combatir sin esperanza en el combate más estúpido y heroico de nuestra historia, había sido aniquilada en Santiago de Cuba por el abrumador poder naval norteamericano. Los buques de guerra yanquis bloqueaban la isla de Puerto Rico, impidiendo la llegada de refuerzos y suministros a las tropas cercadas. En esas circunstancias, el Antonio López, un moderno y rápido buque mercante que había salido de Cádiz con armas y pertrechos para la guarnición, recibió un telegrama con el texto: «Es Que Usted Haga Llegar Preciso El Cargamento Un Puerto Rico Aunque Sí Pierda El Barco». Veterano, disciplinado, profesional, con los aparejos en su sitio, el capitán del Antonio López, que se llamaba don Ginés Carreras, intentó burlar el bloqueo estadounidense. No lo consiguió. El 28 de junio, cuando navegando sin luces y pegado a la costa intentaba entrar en San Juan, fue localizado por el USS Yosemite, que lo cañoneó. El capitán Carreras logró escapar a medias, varando el barco en Ensenada Honda, cerca de la playa de Socorro, desde donde en los días siguientes intentó llevar a tierra cuanto podía salvarse del cargamento. Pero dos semanas más tarde, el USS New Orleans se acercó para dar el golpe de gracia, destrozándolo a cañonazos.

    Fue entonces cuando se tejió la historia que les cuento. Bajo el bombardeo, un tripulante del Antonio López, que se había atado la bandera del barco a la cintura antes de echarse al agua para intentar ganar tierra a nado, llegó gravemente herido a la orilla. Nunca pudo averiguarse su nombre, pues murió en brazos de un puertorriqueño de los que acudieron a ayudar a los náufragos. «Que no la agarren», suplicó el marinero mientras moría, señalando la bandera. Y el puertorriqueño cumplió su palabra, quizá porque se llamaba Rocaforte y era de padres gallegos. Hombre supersticioso o religioso, y en cualquier caso hombre de bien, por no incumplir la demanda de un moribundo, la guardó en su casa durante años. Y al fin, un día, pensó en las monjas.

    Eran españolas, de las Siervas de María, instaladas en la isla desde 1897. Atendían un hospital junto a la boca del puerto, y permanecieron allí después de la salida de España y la descarada apropiación de la isla por los Estados Unidos. Acabada la guerra, las hermanas, con la natural nostalgia, adoptaron la costumbre de saludar desde la galería del hospital, agitando sus pañuelos, cada vez que un barco de su lejana patria entraba o salía en el puerto. Eso dio a Rocaforte la idea de confiarles la bandera. Se presentó en el hospital, contó la historia a la madre superiora, y le entregó la enseña. Y desde entonces, cuando entraba o salía de San Juan un barco español, las monjas hacían ondear en la galería, en vez de pañuelos, la vieja bandera del barco perdido.

    Todavía lo hacen, un siglo después. De las veintisiete monjas que atienden hoy el hospital de las Siervas de María, ya sólo cinco son compatriotas nuestras. Pero cada vez que un barco español pasa frente al hospital, navegando lentamente por la canal de boyas, su capitán cumple el viejo ritual de dar tres toques de sirena y hacer ondear la bandera en respuesta al saludo de las monjas, que desde la galería agitan la suya. De haberlo sabido, aquel anónimo marinero del Antonio López que hace ciento doce años se arrojó al mar, intentando ganar la playa bajo el fuego norteamericano con la enseña de su barco atada a la cintura, estaría satisfecho. Me pregunto si quienes salieron a la calle tras el último partido del Mundial de Fútbol, llenándolo todo de colores rojo y amarillo, serían conscientes de que se trataba de la misma memoria y la misma bandera. Y de que, al ondearla con júbilo en calles y balcones, rendían también homenaje a tanta ingenua y pobre gente que, manipulada, engañada, manejada por los de siempre –«Aunque Sí Pierda El Barco», ordenaron los que diseñan banderas pero nunca mueren defendiéndolas–, cumplió honradamente con lo que creía eran su deber y su vergüenza torera. Y esto incluye a las monjas de San Juan.

  6. Buenas lecciones de historia. La de Pérez Reverte se la curró bien, desde luego. Imperio, como dice Toni, el idioma. Y la Eñe. EL futuro, ya veremos. Pero hoy me descubrí de acuerdo con Aznar, en algunas de cosas de las que decía. En las que coincide con Guerra. ¡Y con González!

  7. Avatar de anonimo

    La Historia de España es apasionante, lo triste es que la estudian pocos y se cometen muchas equivocaciones por eso.
    1776-1783
    Agresiones de los portugueses en la frontera de Buenos Aires. -Atacan á la escua
    dra española en Rio Grande de San Pedro, y son rechazados con pérdida.—Vuel
    ven con más fuerza.—Sitian y toman el fuerte de Santa Tecla.—Reclamaciones
    á la Corte.—Evasivas de la contestación.—Va una escuadra á Lisboa.—Otra sale
    de Cádiz con tropas para América.—El virrey D. Pedro de Ceballos ataca y ocupa
    la isla de Santa Catalina.—Sitia y rinde seguidamente á la colonia del Sacra
    mento.—Destruye las fortificaciones.—Inacción de la escuadra española.—Pér
    didas que tiene.—Cesan las hostilidades.—Tratado de paz con Portugal.—Se ad
    quieren las islas africanas de Fernando Póo y Annobon.—Salen comisionados á
    ocuparlas.—Vicisitudes de la jornada.
    i

Artículos Recientes


Sigue el blog


Únete a otros 34 suscriptores

Comentarios


Pateando el mundo

Blog de Jesús Lens

© Corporación de Medios de Andalucía, S.A. Calle Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada)