La columna de hoy viernes de IDEAL, haciendo extensiva una excitante propuesta…
El pasado lunes, cuando entramos en el Corral del Carbón y nos encontramos con un escenario en que convivían dos pianos enfrentados, cajones flamencos, sillas de enea, un contrabajo y un par de trompetas; supimos que algo nuevo y diferente iba a pasar en la noche granadina.

Fusión. ¡La de sentidos tan diferentes que puede tener una palabra! Depende del lugar y el contexto en que oigas eso de la fusión, lo mismo te echas la mano a la cartera, entre temblores y taquicardia, que se te eriza el vello de la nuca, expectante y excitado ante la sorpresa por venir.
La exquisita digitalización de Sergio Pamies al piano, experto conocedor de las raíces y las claves de toda la historia del jazz, combinada con la hondura del flamenco de nuestra tierra, permitió que canciones como «Sólo quiero caminar», de Paco de Lucía, sonaran radicalmente nuevas o que bulerías como «Vivan los gitanos» te transportaran por imprevisibles universos sonoros en los que no caben fronteras, límites o barreras culturales. Una noche sensacional.

No es de extrañar, pues, que Pamies reivindique la conveniencia de que se celebre un festival de Flamenco Jazz en España, una denominación de origen que empieza a tener la solera que ha alcanzado el celebrado y reverenciado Latin Jazz. Y fue leer esa propuesta y pensar que el lugar más apropiado para su materialización sólo puede ser esta Granada nuestra en que el Sacromonte convive con dos de los Festivales de Jazz más consolidados y veteranos del panorama musical español.
Las músicas que surgen de la tierra, más pronto o más tarde están condenadas a entenderse, mezclarse y fusionarse. Así lo reconoce Pamies, cuando señala que el jazz es un arte mestizo por definición, que siempre fue ‘café con leche’ y, sobre todo, que lo importante es que nunca sea descafeinado. Cualquiera que haya escuchado el New Flamenco Sound de Chano Domínguez puede dar fe de la que fusión entre el flamenco y el jazz es cualquier cosa menos aburrida, guardando aún en la memoria aquella entrevista en la añorada revista «Ajoblanco» a Miles Davis, en la que el trompetista declaraba que, cuando escuchaba flamenco, se hincaba de rodillas.

Tenemos a Jorge Pardo y sus Vientos Flamencos, al Niño Josele interpretando con su guitarra las memorables canciones del pianista Bill Evans y, ahora, un trompetista tan clásico, puro y exquisito como Wynton Marsalis está preparando la grabación, en el País Vasco, de su recién compuesta «Vitoria Suite», con la colaboración de Chano Domínguez y Paco de Lucía.

«Lo gracioso del caso es que el flamenco y el jazz son muy parecidos, tocamos los mismos acordes, tenemos una relación parecida con el tempo, sin embargo, los significados de uno y otro lenguaje son totalmente diferentes», señala Marsalis. Porque nadie dijo que esto de la fusión fuera como echar un huevo a freír. Ni mucho menos. Para evitar engrudos indigestos, hay que trabajar, estudiar y, siendo innovadores, respetar las tradiciones.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
Comentarios
8 respuestas a «¿UN FESTIVAL DE FLAMENCO JAZZ?»
Buena columna. Esperemos que Pitingo se abstenga de experimentar esta fusión por el bien de la música.
No existe un tipo de música mejor que otra. La música es libre de ser oída y escuchada. La mejor música es esa que te hace sentir que existe algo más, y mejor.
La vida es una composición de sonidos musicales. Todos diferentes, pero todos iguales.
No sé si me explicado bien.
(perdón por la errata)… Si me «he» explicado bien.
Un abrazo. Toni Sagrel.
P.D.: ¿cómo va la distribución del libro?
El libro va yendo. Espero. no tengo información de ventas, pero lo importante es que a la gente le está gustando.
Sobre la música, hay fusiones que nacen por convencimiento y otras forzadas. Estas que comentamos, lo son por convencimiento. Y suenan de maravilla.
Jazzmen, ojalá que no jejeje.
Flamenco Jazz? No existe. El flamenco es flameco. En cambio el jazz absorve a infinidad de músicas, incluida el jazz. Eso es lo bonito del jazz que se puede fusionar con infinidad de sonidos y músicas, el flamenco: no. Digamos jazz flamenco, es lo correcto.
Pedro, la verdad que no se me había ocurrido que el orden de los factores podría alterar el producto…
Jejeje, buena discusion Pedro. A mi por eso me gusta llamarle Jazz español, jazz hecho por españoles que si quieren lo tocan por bulerias o si quieren lo tocan en 4×4. Lo importante es que sea aut{entico! Un abrazo
[…] una disciplina que debería consolidarse en Granada como uno de sus distintivos más importantes, como ya señalaba en este otro artículo de hace tiempo, tras una fructífera conversación con Antonio […]