– Ya te vale, Mir.
Eso le decíamos Pedro y yo, por las mañanas, a las 8, tomando café. Porque nuestro querido Miranda, todo un señor informático en ejercicio, se había matriculado en la Facultad de Empresariales.
Y, además de ir a clase… ¡aprobaba! Y con buenas notas.
– Ya te vale, Mir.
Eso le decíamos, cuando algún lunes no venía a la peña a jugar al baloncesto, porque estaba enfangado con algún trabajillo informático, por ahí.
– Ya te vale, Mir.
Eso le decíamos cuando no se podía quedar a tomar una caña, porque tenía que arreglarle a alguien la conexión de Internet en su casa o tenía que mirar algún portátil endemoniado y cargado de virus.
– ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ YA TE VALE, MIR !!!!!!!!!!!!!!!!!
Eso le gritamos esta mañana, a las 8, tomando café, cuando nos habló de su nuevo proyecto.
Bueno, más que proyecto, realidad.
Porque nuestro querida Miranda se nos ha hecho empresario. O emprendedor. O autónomo. Y su retoño, Greenyway, ya está on line.
Hace unos días hablábamos del Valor de los Empresarios.
Hoy traemos un ejemplo directo, real, palpable y cierto de que los Empresarios valientes y arrojados, osados y comprometidos, también existen.
Un proyecto, además, ecológico, sano y que apuesta por el medio ambiente y la sostenibilidad.
Echadle un vistazo a Greenyway y dadle al Me Gusta de su página de Facebook. Agregadlo a Favoritos, seguidlo de cerca y veréis como no tardáis en uniros a nuestro canto de guerra:
¡Ya te vale, Mir!
Jesús pensando en Greenaway Lens